Con el término de “vitamina E” se designan dos tipos de substancias, los tocoferoles y los tocotrienoles. Se diferencian en que los tocoferoles tienen la cadana lateral isoprenoide saturada, y los tocotrienoles insaturada. Además existen cuatro distintos dentro de cada grupo, que se diferencian por las substituciones en el anillo aromático. El más difundido, y el que tiene mayor valor biológico como vitamina, es el α-tocoferol.
α-tocoferol
El β-tocoferol, γ-tocoferol y δ-tocoferol difieren del α-tocoferol en la ausencia de uno o de dos grupos metilo del anillo aromático de los tres que se enceuntran presentes en el α-tocoferol.
Otros tocoferoles
β-tocoferol
γ-tocoferol
δ-tocoferol
Los otros tocoferoles son bastante menos activos como vitaminas que el α-tocoferol. La actividad del β-tocoferol es el 30% de la del α-tocoferol, mientras que la del γ-tocoferol es el 15% y la del δ-tocoferol de solamente el 3%. El α-tocotrienol tiene una actividad vitamínica del orden del 25% de la del α-tocoferol.
α-tocotrienol
Los tocoferoles con mayor actividad vitamínica medida en animales de experimentación son también los que tienen mayor actividad como antioxidantes en sistemas químicos, aunque las diferencias son menos marcadas.
Necesidades de vitamina E
El papel de la vitamina E no está totalmente establecido, dado que no se conoce ninguna otra actividad biológica concreta además de su efecto como antioxidante. Dado su papel como antioxidante de los lípidos, las necesidades están relacionadas con el grado de insaturación de las grasas de la dieta. La carencia de vitamina E es rara en humanos, y está relacionada casi siempre con defectos en la absorción intestinal de las grasas. La carencia de vitamina E produce problemas neurológicos, que, al contrario de lo que sucede en otras enfermedades producidas por carencias vitamínicas, revierten muy lentamente. Esto es debido probablemente a que el daño sufrido se debe a la oxidación de los lípidos. En algunos animales la deficiencia de vitamina E produce distrofia muscular, especialmente en los pollos, o problemas reproductivos.
La ingestión diaria recomendada es para un adulto de 10 mg/dia de α-tocoferol , y de 3 mg/dia para un niño recién nacido. En este segundo caso, una recomendación que tuviera en cuenta el grado de insaturación de la grasa sería 0,7 mg de α-tocoferol por gramo de ácido linoleico.
La vitamina E es una vitamina liposoluble, y su absorción se produce con ayuda de las sales biliares. La interferencia en la absorción de grasas (las “grasas no digeribles”) puede reducir la biodisponibilidad de esta vitamina.
Vitamina E en los alimentos
La vitamina E se encuentra fundamentalmente en los alimentos de origen vegetal, principalmente en los aceites. El aceite de germen de trigo contiene cantidades muy elevadas, mas de 100 mg por cien gramos. Entre los aceites comunes, el de girasol es el que más contiene, entre 50 y 60 mg por 100 gramos. El aceite de oliva contiene entre 10 y 15 mg de alpha;-tocoferol por 100 gramos.
El contenido de vitamina E en los alimentos animales es bastante variable, ya que depende de la dieta del animal. El ejemplo clásico es la leche de vaca, que contiene una cantidad de vitamina E bastante mayor en verano, cuando las vacas consumen hierba fresca, que en invierno, cuando consumen alimentos secos que han perdido parte de su vitamina E.
Dada su actuación como antioxidante, el contenido de tocoferoles en los alimentos tiene también un gran significado tecnológico. Esto hace que la estabilidad de algunos derivados cárnicos, especialmente del cerdo, pueda depender de su contenido en tocoferoles, ligado a la dieta del animal.
Alteración de la vitamina E
Los compuestos con actividad de vitamina E son antioxidantes muy importantes en los alimentos, reaccionando con los radicales libres, pero se destruyen al ejercer su función protectora. Consecuentemente, el contenido de vitamina E se reduce durante el procesado y el almacenamiento en presencia de oxígeno, es decir, casi siempre, formándose dímeros, quinonas y otras muchas substancias, carentes todas ellas de valor vitamínico. Los factores que influyen en su destrucción son los mismos, y de la misma forma, que los que influjyen en la oxidación de los lípidos. En ausencia de oxígeno, por el contrario, la vitamina E es bastante estable, incluso frente a los tratamientos térmicos.
En algunos suplementos vitamínicos se utiliza la vitamina E acetilada en el grupo OH del anillo fenólico. Esto la hace mucho más estable, aunque pierde su capacidad como antioxidante hasta que ese grupo se libera por hidrólisis en el organismo.