conservantes
CONSERVANTES
La principal causa de deterioro de los alimentos es el
ataque por diferentes tipos de microorganismos (bacterias, levaduras y mohos).
El problema del deterioro microbiano de los alimentos tiene implicaciones
económicas evidentes, tanto para los fabricantes (deterioro de materias primas y
productos elaborados antes de su comercialización, pérdida de la imagen de
marca, etc.) como para distribuidores y consumidores (deterioro de productos
después de su adquisición y antes de su consumo). Se calcula que más del 20% de
todos los alimentos producidos en el mundo se pierden por acción de los
microorganismos. Por otra parte, los alimentos alterados pueden resultar muy
perjudiciales para la salud del consumidor. La toxina botulínica, producida por
una bacteria, Clostridium botulinum, en las conservas mal esterilizadas,
embutidos y en otros productos, es una de las substancias más venenosas que se
conocen (miles de veces más tóxica que el cianuro). Las aflatoxinas, substancias
producidas por el crecimiento de ciertos mohos, son potentes agentes
cancerígenos. Existen pues razones poderosas para evitar la alteración de los
alimentos. A los métodos físicos, como el calentamiento, deshidratación,
irradiación o congelación, pueden asociarse métodos químicos que causen la
muerte de los microrganismos o que al menos eviten su crecimiento. En muchos
alimentos existen de forma natural substancias con actividad antimicrobiana.
Muchas frutas contienen diferentes ácidos orgánicos, como el ácido benzoico o el
ácido cítrico. La relativa estabilidad de los yogures comparados con la leche se
debe al ácido láctico producido durante su fermentación. Los ajos, cebollas y
muchas especias contienen potentes agentes antimicrobianos, o precursores que se
transforman en ellos al triturarlos.
Los organismos oficiales correspondientes, a la hora de autorizar el uso de
determinado aditivo tienen en cuenta que éste sea un auxiliar del procesado
correcto de los alimentos y no un agente para enmascarar unas condiciones de
manipulación sanitaria o tecnológicamente deficientes, ni un sistema para
defraudar al consumidor engañandole respecto a la frescura real de un alimento.
Las condiciones de uso de los conservantes están reglamentadas estrictamente
en todos los paises del mundo. Usualmente existen límites a la cantidad que se
puede añadir de un conservante y a la de conservantes totales. Los conservantes
alimentarios, a las concentraciones autorizadas, no matan en general a los
microorganismos, sino que solamente evitan su proliferación. Por lo tanto, solo
son útiles con materias primas de buena calidad.
E-200 Acido sórbico
E-201 Sorbato sódico
E-202 Sorbato
potásico
E-203 Sorbato cálcilo
El ácido sórbico es un ácido graso
insaturado, presente de forma natural en algunos vegetales, pero fabricado para
su uso como aditivo alimentario por síntesis química. Tienen las ventajas
tecnológicas de ser activos en medios poco ácidos y de carecer prácticamente de
sabor. Su principal inconveniente es que son comparativamente caros y que se
pierden en parte cuando el producto se somete a ebullición. Son especialmente
eficaces contra mohos y levaduras, y menos contra las bacterias.
Los sorbatos se utilizan en bebidas refrescantes, en repostería, pastelería y
galletas, en derivados cárnicos, quesos , aceitunas en conserva, en postres
lácteos con frutas, en mantequilla, margarina, mermeladas y en otros productos.
En la industria de fabricación de vino encuentra aplicación como inhibidor de la
fermentación secundaria permitiendo reducir los niveles de sulfitos. Cada vez se
usan más en los alimentos los sorbatos en lugar de otros conservantes más
tóxicos como el ácido benzoico.
Los sorbatos son muy poxo tóxicos, de los que menos de entre todos los
conservantes, menos incluso que la sal común o el ácido acético (el componente
activo del vinagre). Por esta razón su uso está autorizado en todo el mundo.
Metabólicamente se comporta en el organismo como los demás ácidos grasos, es
decir, se absorbe y se utiliza como una fuente de energía.
E-210 Acido benzoico
E-211 Benzoato sódico
E-212 Benzoato
potásico
E-213 Benzoato cálcico
El ácido benzoico es uno de los
conservantes más empleados en todo el mundo.Aunque el producto utilizado en la
industria se obtiene por síntesis química, el ácido benzoico se encuentra
presente en forma natural en algunos vegetales, como la canela o las ciruelas
por ejemplo.
El ácido benzoico es especialmente eficaz en alimentos ácidos, y es un
conservante barato, útil contra levaduras, bacterias (menos) y mohos. Sus
principales inconvenientes son el que tiene un cierto sabor astringente poco
agradable y su toxicidad, que aunque relativamente baja, es mayor que la de
otros conservantes. En España se utiliza como conservante en bebidas
refrescantes, zumos para uso industrial, algunos productos lacteos, en
repostería y galletas, en algunas conservas vegetales, como el tomate o el
pimiento envasados en grandes recipientes para uso de colectividades,
mermeladas, crustáceos frescos o congelados, margarinas, salsas y otros
productos.
La OMS considera como aceptable una ingestión de hasta 5 mg por Kg de peso
corporal y día. Con la actual legislación española esté límite se puede superar,
especialmente en el caso de los niños. Otras legislaciones europeas son más
restrictivas. En Francia solo se autoriza su uso en derivados de pescado,
mientras que en Italia y Portugal está prohibido su uso en refrescos. La
tendencia actual es no obstante a utilizarlo cada vez menos substituyéndolo por
otros conservantes de sabor neutro y menos tóxico, como los sorbatos. El ácido
benzoico no tiene efectos acumulativos, ni es mutágeno o carcinógeno.
E-214 Para-hidroxi-benzoato de etilo (éster etílico del ácido
para-hidroxi-benzoico)
E-215 Derivado sódico del éster etílico del ácido
para-hidroxi- benzoico
E-216 Para-hidroxi-benzoato de propilo (éste propílico
del ácido para-hidroxi-benzoico)
E-217 Derivado sódico del éster propílico
dle ácido para-hidroxi-benzoico
E-218 Para-hidroxi-benzoato de metilo (éster
metílico del ácido para-hidroxi-benzoico)
E-219 Derivado sódico del éster
metílico del ácido para-hidroxi-benzoico
Los ésteres del ácido
para-hidroxi-benzoico y sus derivados sódicos, denominados en general parabenos,
son compuestos sintéticos especialmente útiles contra mohos y levaduras, y menos
contra bacterias. Su principal ventaja es que son activos en medios neutros, al
contrario que los otros conservantes, que solo son útiles en medio ácido. En
cambio tienen el inconveniente de que incluso a las dosis autorizadas
proporcionan a los alimentos un cierto olor y sabor fenólico. Se utilizan
fundamentalmente para la protección de derivados cárnicos, especialmente los
tratados por el calor, conservas vegetales y productos grasos, repostería, y en
salsas de mesa (1 g/Kg de conservantes totales). Los parabenos se utilizan en
muchos paises. Desde los años 50 se han realizado múltiples estudios acerca de
su posible toxicidad, demostrandose que son poco tóxicos, menos que el ácido
benzoico. Se absorben rápidamente en el intestino, eliminándose también
rápidamente en la orina, sin que se acumulen en el organismo. Algunas de las
personas alérgicas a la aspirina también pueden ser sensibles a estos aditivos.
SULFITOS
E-220 Anhidrido sulfuroso
E-221 Sulfito sódico
E-222 Sulfito ácido de
sodio (bisulfito sódico)
E-223 Bisulfito sódico (metabisulfito sódico o
pirosulfito sódico)
E-224 Bisulfito potásico (metabisulfito potásico o
pirosulfito potásico)
E-226 Sulfito cálcico
E-227 Sulfito ácido de calcio
(bisulfito cálcico)
E-228 Sulfito ácido de potasio (bisulfito
potásico)
El anhídrido sulfuroso es uno de los conservantes con una mayor
tradición en su utilización. También es el que tiene más siglos de prohibiciones
y limitaciones a sus espaldas. El anhídrido sulfuroso, obtenido quemando azufre,
se utilizaba ya para la desinfección de bodegas en la Roma clásica. En el siglo
XV se prohibe su utilización en Colonia (Alemania) por sus efectos perjudiciales
sobre los bebedores y en otras ciudades alemanas también se limita su uso en la
misma época. Su utilización en la conservación de la sidra está documentada al
menos desde 1664.
El anhídrido sulfuroso es un gas, comercializado en forma líquida a presión.
Es un aditivo autolimitante en su uso, en el sentido de que por encima de una
cierta dosis altera las características gustativas del producto. Es
especialmente eficaz en medio ácido, inhibiendo bacterias y mohos, y en menor
grado, levaduras. Actúa destruyendo la tiamina (vitamina B1), por lo que no debe
usarse en aquellos alimentos que la aporten en una proporción significativa a la
dieta, como es el caso de la carne; sin embargo, protege en cierto grado a la
vitamina C. Durante el cocinado o procesado industrial de los alimentos el
anhidrido sulfuroso y sulfitos se pierden en parte por evaporación o por
combinación con otros componentes. Los límites legales se expresan siempre en
contenido de anhidrido sulfuroso. El anhídrido sulfuroso y los sulfitos son muy
utilizados para la conservación de zumos de uva, mostos y vinos, así como para
la de la sidra y vinagre. También se utiliza como conservante en salsas de
mostaza y especialmente en los derivados de fruta (zumos, etc.) que van a
utilizarse como materia prima para otras industrias, de los que desaparece en su
mayor parte durante el procesado posterior.
Además de su acción contra los microorganismos, los sulfitos actúan como
antioxidantes, inhibiendo especialmente las reacciones de oscurecimiento
producidas por ciertos enzimas en vegetales y crustáceos. Con este fin se
autoriza su uso en conservas vegetales y aceitunas de mesa, cefalópodos
congelados y crustáceos . También se utiliza como antioxidante en zumos y
cervezas . En algunos paises se utiliza para conservar el aspecto fresco de los
vegetales que se consumen en ensalada. También puede utilizarse para mejorar el
aspecto de la carne y dar impresión de mayor frescura, pero esta última práctica
se considera un fraude, al engañar al comprador respecto a la calidad real.
También es perjudicial en el aspecto nutricional al destruir la tiamina
(vitamina B1) aportada en una gran proporción por la carne. Esta práctica está
prohibida en muchos paises, entre ellos en España.
En el organismo humano el sulfito ingerido con los alimentos es transformado
en sulfato por un enzima presente sobre todo en el riñón, hígado y corazón, que
es la responsable de la eliminación del sulfito producido en el propio organismo
durante el metabolismo de los aminoácidos que contienen azufre. Un pequeño
porcentaje de los asmáticos, entre el 3 y el 8%, son sensibles a los sulfitos.
En las personas en que esta sensibilidad es más elevada, los niveles presentes
en algunos alimentos en los que se ha utilizado este conservante son suficientes
para producir reacciones perjudiciales, por lo que deben evitar consumir
alimentos que los contengan. Se han observado en algunos casos otros tipos de
reacciones frente a los sulfitos usados como aditivos alimentarios, entre ellos
manifestaciones cutáneas o diarrea, especialemente entre personas con el jugo
gástrico poco ácido. Los sulfitos no tienen efectos teratógenos ni cancerígenos,
no representando ningún riesgo para la inmensa mayoría de la población a los
niveles presentes en los alimentos.
Ante los efectos nocivos que pueden producir el anhídrido sulfuroso y los
sulfitos en ciertas personas, se ha planteado reiteradamente su substitución por
otros conservantes; esto es prácticamente imposible en el caso de su aplicación
en la industria del vino, aunque sí en las demás, especialmente en sus
aplicaciones como antioxidante. Su utilización para conservar el aspectos de los
vegetales frescos para ensalada, especialmente en Estados Unidos, que ha sido la
causa de la mayor parte de los incidentes observados en asmáticos, tiende a
disminuir.
E-234 Nisina
La nisina es una proteina con acción antibiótica producida
por un microrganismo inofensivo presente en la leche fresca de forma natural y
que interviene en la fabricación de diferentes productos lácteos. Solo es eficaz
contra algunos tipos de bacterias y se utiliza en casi todo el mundo (España
incluida) como conservante de ciertos tipos de quesos procesados, especialmente
los fundidos. En otros paises, sobre todo en oriente medio, se utiliza como
conservante de la leche y de otros derivados lácteos ante los problemas para
mantener estos productos siempre en refrigeración. No tiene aplicaciones médicas
como antibiótico, y es por esto por lo que se utiliza en tecnología alimentaria.
Existe como un conservante natural en algunos quesos y otros productos lácteos
fermentados, producidos por su flora de maduración. También la produce la propia
flora intestinal humana.
La nisina ingerida es destruída rapidamente durante la digestión y sus
aminoácidos constituyentes se metabolizan junto con los procedentes de las otras
proteínas. Prácticamente carece de toxicidad o de poder alergénico.
235 Pimaricina.
La pimaricina, también llamada natamicina es un
antibiótico útil en la protección externa de ciertos alimentos contra el ataque
de mohos. Su utilización no está autorizada a nivel de la Comunidad Europea,
pero sí en España, de una forma transitoria. También está autorizada en Estados
Unidos y otros paises. En España se emplea para impregnar la superficie de los
quesos duros o semiduros, chorizo, salchichón y jamones. La pimaricina se
utiliza en medicina contra las cándidas.
E-236 Acido fórmico
E-237 Formiato sódico
E-238 Formiato
cálcico
El ácido fórmico y sus derivados no están autorizados en España, ni
en muchos otros paises como Inglaterra o Estados Unidos. Proporcionan un sabor
poco agradable a los productos conservados con ellos, y además son bastante
tóxicos.Se utiliza, en los paises en los que se encuentra autorizado, para
conservar zumos de frutas, especialmente los que se van a utilizar después
industrialmente. También para la conservación de ciertos encurtidos (pepinos) en
Alemania. En este caso se usa sobre todo el formiato cálcico, que actúa a la vez
como endurecedor.
La famosa "Lista de
Villejuif", panfleto lleno de errores, pero muy difundido, los considera
inofensivos cuando están entre los conservantes más tóxicos, sin que exista
además una justificación tecnológica clara para su empleo.
E-239 Hexametilentetramina
Utilizado inicialmente con fines médicos,
pasó a la tecnología alimentaria como conservante de escabeches hacia 1920,
haciéndose muy popular en el norte de Europa. Aunque en otros paises se utiliza
como conservante en escabeches y en conservas de cangrejos o camarones, La UE lo
permite exclusivamente para evitar el hinchamiento del queso Provolone.
El mecanimos de la acción antimicrobiana de este conservante se basa en su
transformación en formaldehido en los alimentos ácidos. Si se ingiere, se
produce la misma reacción en el estómago. El formaldehido es un agente
cancerígeno debil, y se ha comprobado a nivel experimental con ratas que la
ingestión de grandes cantidades de hexametilentetramina es capaz de inducir la
aparición de ciertos tipos de cancer.
E-240 Formaldehido
El formaldehido es un gas bastante tóxico que suele
utilizarse en disolución acuosa (formol o formalina). Es un agente mutágeno y
cancerígeno debil. Su empleo como aditivo alimentario no está autorizado en
España ni en la mayoría de otros paises, aunque sí se emplea en la desinfección
de los equipos industriales. A veces se utiliza también en la desinfección de
especias en los paises tropicales productores.
E-260 Acido acético
E-261 Acetato potásico
E-262 Acetato
sódico
E-262 Diacetato sódico
E-263 Acetato cálcico
El ácido acético,
en su forma de vinagre, que es esencialmente una disolución de este ácido en
agua, mas los aromas procedentes del vino y los formados en la acidificación, se
utiliza como conservante al menos desde hace 5.000 años. Una gran parte del
utilizado actualmente se obtiene por síntesis química. Como conservante es
relativamente poco eficaz, con excepción de una aplicación específica en
panadería y respostería, la evitación de la alteración conocida como "pan
filante". También es eficaz contra algunos mohos.
La acción conservante del ácido acético es un efecto añadido en aquellos
productos en los que la acidez o el aroma típico que confiere es deseable o
característico, como en los escabeches, salmueras y encurtidos. En las
aplicaciones en las que no resulta desagradable la acidez debe utilizarse algún
otro tratamiento conjunto para estabilizar el producto, como el calor
(pasterización), frío (semiconservas), o la combinación del ácido acético con
otros conservantes. En mahonesas, por ejemplo, su uso permite reducir la adición
de otros conservantes como benzoatos o sorbatos. La legislación española exige
en muchos casos que el ácido acético utilizado sea de origen vínico. La razón no
es de índole sanitaria sino para la protección de la industria del vinagre. El
acetato es una pieza esencial en muchas de las reacciones metabólicas del
organismo. El ingerido con la dieta se absorbe y utiliza para la obtención de
energía o la fabricación de constituyentes del organismo. El ácido acético y los
acetatos son productos totalmente inocuos a las concentraciones utilizables en
los alimentos.
E-280 Acido propiónico
E-281 Propionato sódico
E-282 Propionato
cálcico
E-283 Propionato potásico
El ácido propiónico, un ácido graso de
cadena corta, y sus sales, se usan como conservantes alimentarios desde los años
cuarenta, especialmente en panadería. Es el más efectivo contra los mohos de
todos los conservantes, pero poco efizaz contra levaduras y bacterias, con
alguna excepción.Se utilizan especialmente las sales, ya que el ácido tiene un
olor muy fuerte. Son conservantes baratos. Es un conservante fundamental en la
fabricación del pan de molde, estando autorizado para ello en la mayoría de los
paises. Esta aplicación por si sola hace que, si se exceptúa la sal común, sea
el conservante más utilizado en el mundo. También se utiliza en algunos
productos de repostería.
La otra aplicación importante de este producto es para impregnar
exteriormente ciertos tipos de quesos, por ejemplo el de tipo "emmental", para
impedir su enmohecimiento, aunque en este caso se utiliza cada vez menos.
Algunos quesos tienen de forma natural cantidades relativamente altas de acido
propiónico, substancia que contribuye de forma importante a su aroma
característico. También se utiliza como conservante en quesos
fundidos.
Aunque el que se utiliza en la industria procede de síntesis
química, el ácido propiónico está bastante extendido en la naturaleza. El
presente en los alimentos tanto en forma natural o como aditivo se absorbe en el
intestino y se utiliza de la misma forma que los demás ácidos grasos, es decir,
como fuente de energía.
E-290 Anhídrido carbónico
El anhídrido carbónico se produce en la
respiración de todos los seres vivos. En los procesos de fabricación de
alimentos, se produce en la fermentación de la masa del pan y en las
fermentaciones que dan lugar al vino, cerveza y sidra, y es el gas responsable
de la formación de las burbujas de estas bebidas. Evidentemente, el ácido
carbónico ha contribuído a la protección de estas bebidas desde su origen,
aunque lo ignoraran los fabricantes. Este producto es poco eficaz como
conservante, siendo esta propiedad un simple complemento de sus efectos
estéticos y organolépticos (confiere sabor ácido y una pungencia característica
a las bebidas). Al desplazar al oxígeno actúa también como antioxidante. Se
utiliza en el envasado de queso o de carne en atmósfera controlada para la venta
al detalle, y también para producir bebidas refrescantes gasificadas.
Aunque el presente en las atmósferas de ciertos lugares cerrados, bodegas,
por ejemplo, puede ser perjudicial (más del 3%) e incluso mortal (del 30 al
60%), la cantidad de este gas presente en los alimentos resulta por supuesto
totalmente inofensiva.
Cloruro sódico (sal común)
Es, con mucho, la substancia más utilizada de
entre todos los aditivos alimentarios; sin embargo, su gran tradición en el
procesado de los alimentos, incluyendo el realizado a nivel doméstico, hace que
no se le considere legalmente como aditivo y que, salvo casos excepcionales, no
se limite su uso. No obstante, además de condimento es un conservante eficaz en
la mantequilla, margarina, quesos y derivados del pescado. A pesar de lo
extendido de su uso, la sal común no es un producto carente de toxicidad y una
dosis de 100 g puede causar la muerte de una persona. De hecho, se conocen
algunos casos de intoxicaciones accidentales graves de niños muy pequeños por
confusión de la sal con el azucar al preparar sus papillas.
El cloruro sódico se encuentra presente en todos los fluídos biológicos, y
entre otras funciones, interviene en la formación del jugo gástrico. Es, por
tanto, un componente esencial en la dieta. Desde principios de este siglo se
discute la posible relación existente entre la ingestión de sal y la
hipertensión. En la inmensa mayoría de los casos no se conoce la causa real de
esta enfermedad, uno de los factores de riesgo más importantes de los accidentes
cardiovasculares, y no está claro en absoluto que una dieta con alto contenido
en sal pueda producirla. Sin embargo, una restricción drástica (menos de 1
g/día, frente a los cerca de 10 de ingestión habitual de los paises
occidentales) puede colaborar en su mejora. El nivel de ingestión más adecuado
se sitúa, por los conocimientos actuales, en torno a los 3 g/día para la
población normal, es decir, menos de la mitad de lo que se utiliza
habitualmente.
La sal marina, tan querida de los fanáticos de los alimentos naturales, no es
más que sal común menos refinada, que debe su color a la presencia de restos de
algas y de animales marinos. No tiene ninguna ventaja real sobre la sal
refinada. En zonas con deficiencias de yodo en el suelo, es recomendable el
empleo de sal yodada, que no es mas que sal común a la que se le ha añadido yodo
en forma de yoduro potásico.
Antibióticos
Con la excepción de la nisina (E-234) todos los demás
antibióticos quedan reservados en la Unión Europea al uso médico, prohibiéndose
taxativamente su utilización como conservantes alimentarios. Esto es así para
evitar la aparición de cepas bacterianas resistentes y la posible alteración de
la flora intestinal de los consumidores. El uso de antibióticos en medicina
veterinaria está también reglamentado para que no puedan llegar al consumidor
como contaminantes de la carne o de la leche.
Agua oxigenada
El agua oxigenada se ha utilizado como agente bactericida
en algunos productos, como leche o derivados del pescado, en un proceso conocido
con el nombre engañoso de "pasteurización en frío". El agua oxigenada se
descompone en general rápidamente y no llega a ingerirse como tal, por lo que no
presenta riesgo de toxicidad. Sin embargo, puede alterar el color y destruir
algunas vitaminas, por lo que su uso como conservante está prohibido en España.
No obstante, se emplea con alguna frecuencia en la conservación de leche
destinada a la fabricación de queso, en la que se elimina después utilizando un
enzima, la catalasa, para evitar que perjudique a los microrganismos
beneficiosos que participan en el proceso de elaboración.
Se ha propuesto la posible utilización de cantidades muy pequeñas de agua
oxigenada para la conservación de la leche cruda en paises que no disponen de
medios adecuados para refrigerarla. En la forma actual de esta aplicación el
agua oxigenada no actúa como un conservante directo, sino que interviene en un
mecanismo complejo junto con otros componentes naturales de la leche, lo que la
hace eficaz a concentraciones mucho mas bajas. En los paises en los que se puede
refrigerar la leche, este método de conservación física resulta preferible, y es
el único autorizado.
Percarbonato sódico
Esta substancia produce agua oxigenada cuando se
disuelve en agua, por lo que su efecto como conservante es el mismo. Al ser un
producto sólido es mas sencillo su manejo y conservación. Está prohibido en
España.
Acido bórico
Utilizado desde el siglo XIX en Italia para la conservación
de mantequilla y margarina, también se ha empleado en la conservación de carne,
pescado y mariscos. Es relativamente tóxico, conociéndose bastantes casos de
intoxicación, sobre todo en niños. Además se absorbe bien y se elimina mal, por
lo que tiende a acumularse en el organismo. Esto hace que su uso esté prohibido
en todo el mundo, con la excepción de su empleo para conservar el caviar. En
España se han detectado con cierta frecuencia casos de uso fraudulento del ácido
bórico en la conservación de mariscos, para evitar el oscurecimiento de las
cabezas de gambas y langostinos.
Oxido de etileno
Al ser un producto altamente tóxico, se utiliza este
gas únicamente en tecnología alimentaria para desinfección de equipos y,
ocasionalmente, de algunas especias.
Dietilpirocarbonato
Se ha utilizado para la desinfección en frio de
bebidas. Se descompone muy rápidamente, pero en ciertas condiciones puede formar
etil uretano, un compuesto cancerígeno. Su empleo está prohibido en España y en
la mayoría de los paises.
Acido salicílico
Hasta hace unos años era un conservante muy utilizado,
sobre todo en la elaboración de conservas caseras y encurtidos. Su relativa
toxicidad y el riesgo de acumulación, ya que se excreta lentamente, hace que
actualmente esté prohibido en casi todo el mundo, España incluída.
925 Cloro.
En la industria alimentaria se utiliza como desinfectante del
equipo y del agua a utilizar, así como del agua de bebida. También como agente
en el tratamiento de harinas. En forma pura es un gas muy venenoso, ya que una
concentración de 60 mg/m3 de aire pueden causar la muerte en 15 minutos,
habiendose utilizado incluso como un agente para la guerra química. Su uso es
sin embargo esencial para garantizar la calidad higiénica del agua de bebida, y
disuelto en las cantidades adecuadas no causa problemas a la salud.
Lisozima
La lisozima es un enzima que ataca las paredes de determinadas
bacterias. Descubierta en 1922, es una proteína de tamaño pequeño, estable en
medios relativamente ácidos y algo resistente al calor. Esta última propiedad se
ha mejorado en las variantes obtenidas recientemente por ingeniería genética.
Se encuentra en gran cantidad en la clara de huevo, de donde puede obtenerse
con relativa facilidad, y en menor cantidad en la leche (la humana es mucho más
rica que la vacuna en esta substancia). Aunque aún no se utiliza regularmente,
sus posibles aplicaciones como aditivo alimentario en derivados de pescado y
mariscos ha despertado un gran interés en algunos paises, sobre todo en Japón.
En España está autorizado su uso en quesos fundidos.
PRODUCTOS PARA TRATAMIENTO
EXTERNO