En 1999 la mina de Riotinto estaba todavía activa. Las labores a cielo abierto de Cerro Colorado permitían obtener gossan con un elevado contenido de oro, mientras que las labores de interior de Pozo Alfredo estaban inactivas, pero perfectamente mantenidas. El desagüe se mantenía mediante unas bombas colocadas en una cámara especial en el fondo de Pozo Alfredo, y el agua extraída, con poca carga contaminante, se depuraba con relativa facilidad. Para el futuro, podía plantearse la extracción del mineral polimetálico, del que existían reservas importantes, o su explotación de cara al turismo, dada la espectacularidad, y su carácter único a nivel mundial, de las formaciones de sulfatos presentes en el interior.
Finalmente nada de esto ha sido posible, la mayor parte de las labores de interior han sido tragadas por el agua y la mina se encuentra inactiva. En esta página, aparece tal como estaba en 1999.
Labores en Cerro Colorado
Esta es la zona de “Quebrantahuesos”. Puede verse una pala cargando el mineral sobre un camión volquete. A la izquierda se encuentra una perforadora para hacer los barrenos para las voladuras.
Pala cargadora junto a uno de los volquetes
Las palas cargadores utilizadas en Riotinto eran eléctricas, conectadas a la línea mediante un cable que iban arrastrando, y que se ve detrás de la máquina. El volquete sobre el que está cargando el mineral queda casi oculto, dado que es de un tamaño bastante menor que el de la pala.
Al fondo se ven los taladros ya preparados para introducir el explosivo para la voladura que removerá el mineral del banco.
Detalle del brazo y de la cuchara de una pala cargadora de Riotinto.
La cuchara tienen una capacidad de unas 15 toneladas
El “pequeño camión” que quedaba casi oculto por la pala cargadora es este monstruo que se ve aquí, capaz de transportar cada vez 175 toneladas de mineral (un camión normal grande trnasporta unos 30 toneladas). El detalle de la rueda deja realmente claro el tamaño del “camioncito”.
Como se ve, en 1999 la explotación estaba en plena actividad. Esta es la salida del mineral del sistema de trituración primario.
Voladura en Quebrantahuesos
Y éste es el inicio del espectáculo que producen (visto desde el cerro de San Juan, a más de 1 km de distancia) 35 toneladas de explosivo minero. Puede observarse que los explosivos de la voladura no detonan simultáneamente, sino con retardos distintos, para producir mayor efecto. Primero explotan los situados más al fondo, después se ve el inicio de la explosión de los del plano medio, mientras que los más próximos aúno no han estallado.El ruido no se ve, pero también vale la pena. Y la carrera hasta el todoterreno, para huir de la enorme nube de polvo y gas que vino segundos después exactamente en nuestra dirección.
Corta del Lago
Galerías de época inglesa cortadas por las labores posteriores a cielo abierto, en la llamada Corta del Lago.
En 1999, corta Atalaya tenía el fondo en seco, dado que se desaguaban los pisos situados muy por debajo. Precisamente en el piso 23 de Corta Atalaya estaba la entrada a las labores de interior
Galería en Corta Atalaya
El tamaño de Corta Atalaya es tan grande que a veces no se llega a apreciar su magnitud desde dentro. Afortunadamente para los visitantes, la escala de tamaño de corta se ha podido observar desde hace años comparando el tamaño general con el de la locomotora abandonada en uno de sus bancos
Locomotora en Corta Atalaya
La locomotora está señalada por la flecha, y da una buena escala del tamaño de las labores
Detalle de la locomotora
En esta imagen se aprecia que no se trata de una locomotora miniatura, sino de una normal.
Como ya se ha indicado, las labores de interior eran accesibles mediante un tunel transitable por vehículos pesados. No obstante, tras en desmontaje del castillete de Pozo Alferdo, se instaló también un pequeño ascensor interior en el pozo, en el piso 23, que daba otro acceso a las labores más profundas y especialmente a la sala de bombas.
Interior del antiguo Pozo Alfredo
Entrada a la sala de bombas
Esta sala estaba situada en el piso 45, es decir, a 562,5 metros de profundidad, si contamos que cada piso eran en Riotinto 12,5 metros. La puerta blindada estaba colocada para que, en caso de avería de las bombas, la inundación consiguiente de las labores de interior no llegara hasta ellas y las destruyera. Evidentemente había otro acceso a la cámara, mediante un pozo con una escala de madera.