RIOTINTO 2007
Miguel Calvo
RIOTINTO

CORTA ATALAYA






Corta Atalaya. Vista general



Corta Atalaya sigue siendo un paisaje espectacular, a pesar de lo que ha perdido en profundidad por la entrada de agua al cesar el bombeo hace unos años. Sin embargo, no podemos olvidar lo que también se ha perdido, las formaciones de sulfatos de las cámaras inferiores, actualmente bajo muchos metros de agua, y que naturalmente se han disuelto. La habitual desidia institucional ha conseguido que un espectáculo mineralógico único en el mundo, se haya transformado en muchos miles de metros cúbicos de agua ácida cargada de metales pesados.

En el extremo que corresponde a las labores de interior de Pozo Alfredo se puede observar la enorme masa de pirita que aflora, en color gris, y las galerías excavadas directamente sobre ella, de principios de la época de explotación inglesa.


Corta Atalaya. Galerías antiguas cortadas por las labores a cielo abierto

En la zona alta de esta masa de pirita, que es accesible desde las proximidades de Pozo Alfredo, nos encontramos con un verdadero “laboratorio natural”, en el que se puede observar in situ la formación de covellina como mineral de neoformación, y además se pueden recoger también abundantes muestras.

La pirita de la parte superior de esta zona está muy alterada desde el punto de vista mecánico, hasta el extremo de que se puede deshacer apretándola con la mano. Este material es muy poroso, permitiendo el paso de agua y de oxígeno, lo que tienen como consecuencia que los sulfuros de cobre diseminados (calcosina, covellina, y más lentamente la calcopirita, que es el más abundante) se oxiden para formar sulfato de cobre.

El sulfato de cobre es soluble en agua, y percola hacia el interior de la masa de pirita a través de las abundantes fisuras que existen. Cuando llega a una zona en la que ya no hay oxígeno, el sulfato de cobre reacciona con la pirita:

CuSO4 + 7 H2O+ FeS2 -→ FeSO4. 7H2O + CuS + S


Produciendo covellina y azufre elemental.

Hay otras reacciones posibles, dependiendo de la presencia o no de oxígeno libre y del pH del medio, pero ésta explica lo que encontramos en las fisuras de la pirita granuda: Covellina, azufre, calcantita y melanterita.


Melanterita, calcantita, covellina y pirita

En el ejemplar de la izquierda puede verse la costra de sulfatos, calcantita y melanterita, que oculta casi completamente la covellina. En el de la derecha, los sulfatos, muy solubles, se han eliminado por lavado con agua. En la corta los ejemplares pueden aparecer recubiertos de sulfatos o prácticamente limpios, dependiendo de las condiciones de circulación del agua.


Resto Alfredo. Eflorescencias de sulfatos sobre la pirita

Las eflorescencias de sulfatos azules y verdes (es decir, con el hierro en forma ferrosa) se pueden ver sobre la pirita en esta imagen. Junto con Mariano Hedrosa, al acecho.

Claro que él no es el único, Todo el grupo de la AMYP estuvo recuperando muestras entusiásticamente. Afortunadamente no hay problema. La Madre Naturaleza seguirá fabricando amablemente más. En este caso se puede hablar con toda propiedad de un “criadero mineral”, concretamente de covellina.


La AMYP en Resto Alfredo, a la caza y captura de la covellina.



Además de laboratorio natural, Riotinto es un enorme museo al aire libre. Otros aspectos notables son los que aparecen en las siguientes imágenes.


Gossan situado sobre la masa de pirita



El mineral oxidado ha sido en muchas épocas el fundamental. Los romanos extrajeron de él la plata que se encontraba en forma de minerales del tipo de las jarositas, y en época reciente se ha procesado prácticamente todo el que quedaba para extraer oro. Y hablando de romanos, en Cerro Colorado se conservan restos de edificios de esa época, junto con una enorme cantidad de escorias de fundición.



Ruinas romanas excavadas en Cerro Colorado



Y para terminar está página, una imagen “de libro”, de las muchas que se pueden observar (todavía) en Riotinto.



Cerro Colorado. Stockwork (red de filones) de pirita





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