MINERALES Y MINAS DE ESPAÑA |
Miguel Calvo
En mineralogía, la localidad tipo no es un concepto tan importante como en
paleontología, y las instituciones científicas internacionales no lo han
definido de forma oficial, como si han hecho con el de "ejemplar tipo". Establecer cual es la "localidad tipo" de un mineral es generalmente fácil
en el caso de las especies modernas, en las que se ha definido un "ejemplar tipo" (holotipo): La localidad tipo sería aquella de donde procede. En algunos casos, incluso los autores de la descripción la indican explícitamente.
En otros casos, y muy especialmente en los ejemplares descritos antiguamente, la situación es más complicada.
En cualquier caso, la relevancia científica de las "localidades tipo" de los minerales es mucho menor que la de las "localidades tipo" de los fósiles
Mientras que los fósiles de una misma especie encontrados a unos metros de distancia unos de otros en un mismo estrato representan la variabilidad individual, dentro, con seguridad, de una especie, en el caso de los minerales, los ejemplares emcontrados a unos metros, o incluso a unos milímetros, pueden ser muy distintos químicamente, e incluso si se trata de especies que forman series, pueden pertenener a otra especie, pasando a ella además de forma insensible.
Consecuentemente, la garantía de que "es lo mismo" que aporta la localidad tipo en el fósil no existe en el mineral.
En esta página, se va a considerar como localidad tipo a aquella de donde procedían (o de donde puede suponerse razonablemente que procedían) los ejemplares que fueron utilizados para obtener los datos necesarios para la primera descripción. Se han incluido también especies de las que la localidad tipo citada mas comunmente en la bibliografía es una localidad no española, cuando existen razones para discrepar de esa opinión. No se incluyen en cambio atribuciones míticas, como la de la casiterita, o la del platino, supuestamente "descubierto" en Galicia en época prerromana, pero que nadie ha vuelto a ver allí jamás.
A continuación figuran las especies que se consideran válidas y algunas sujetas aún a discusión (año 1998).
Este mineral se conoce en la región pirenaica española desde antiguo. Su intenso color azul hizo que se le utilizara como pigmento, y así se encuentra presente en muchas pinturas rómánicas catalanas, incluida su obra maestra, el Pantocrator de Sant Climent de Taull. La primera descripción científica de este mineral fue realizada por Lasaulx en 1876, a partir de ejemplares existentes en el Museo de Wroklaw. Estos habían sido adquiridos como un mineral de cobalto procedente de Aragón; puesto que los análisis demostraron que no contenía este metal, fue clasificada como "vivianita de España", y al descubrir que finalmente tampoco contenía fósforo, este científico propuso que se la considerara como un nuevo mineral. Propuso el nombre de aerinita por su color azul. La procedencia exacta no se conocía, ya que las personas que vendían este mineral para los coleccionistas o como "souvenir " turístico la ocultaban. En 1882, Vidal encontró el yacimiento, cerca de Caserras, en la provincia de Huesca
La aerinita es un mineral presente exclusivamente en venas en doleritas toleíticas que han sufrido procesos diapíricos, conociéndose alrededor de una docena de yacimientos, la mayoría en los Pirineos.
Lasaulx, A. (1876) Aerinit, ein neues Mineral. Neues Jahrbuch fur Mineralogie. 175 352-358
Mas información acerca de la aerinita
La andalucita fue estudiada por primera vez por Werner, a partir de
ejemplares procedentes de España. Tanto este mineralogista como Delamétherie,
creyeron que los ejemplares procedían de Andalucía, por lo que el segundo le dio
al mineral el nombre que ahora lleva. Sin embargo, parece ser que los ejemplares
que estudiaron procedían de El Cardoso (Guadalajara), pueblo que supusieron
situado en Andalucía. Consecuentemente debería considerarse como la localidad
tipo El Cardoso, probablemente el yacimiento situado en el paraje de El
Zahurdon. El error fue perpetuado por otros autores posteriores, que
consideraron como procedencia original la provincia de Almería, y se mantiene en
la mayoría de los libros, incluso modernos. La andalucita se conocía ya con
anterioridad, e incluso había sido descrita, en su forma de chiastolito, por un
autor español, Torrubia, en 1754. La descripción se llevó a cabo en un famoso
libro, "Aparato para la Historia Natural Española" en el que también figura la
del aragonito. En ambos casos las descripciones están acompañadas de
ilustraciones que hacen a ambos minerales inconfundibles.
En la primera referencia escrita que se conoce de esta especie, el libro "Aparato para la Historia Natural Española" antes citado, Torrubia describe la existencia en grandes cantidades de cristales "hexagonos" en un montecillo próximo al río Gallo, frente al molino, en Molina de Aragón. Este lugar ha suministrado ejemplares a los coleccionistas de todo el mundo durante mas de doscientos años, y todavía pueden encontrarse allí fácilmente. En 1767, Romé de L«Isle describe varios ejemplares de aragonito en el catálogo de la colección de Pedro Francisco Dávila. La colección, puesta a la venta en París, fue adquirida en 1771 por el rey Carlos III de España, y constituyó el núcleo inicial del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. Rome de L«Iisle describe el aragonito como "spath cristallissé en prismes hexagones", y como "spath d«Espagne", incluyendo en la descripción dos características habituales del aragonito, la presencia de estrías en los extremos del "prisma" y la asociación con pequeños cristales de "hyacintes" (jacintos de compostela).
El nombre de aragonito se debe a Werner, que supuso que Molina de Aragón era una localidad de Aragón. El error se complicó porque también existen aragonitos en distintos lugares de Aragón , y la atribución incorrecta del nombre de la localidad se perpetúa en la mayoría de los libros de mineralogía.
Romé de L«Isle consideró al aragonito una variedad de la calcita. Werner también se dio cuenta de la igualdad de sus composiciones, pero las diferencias físicas (ausencia de exfoliación) y cristalográficas eran muy evidentes, y decidio considerarla una especie distinta a la calcita. Es el primer caso de polimorfismo descrito. La polemica sobre si el aragonito era o no de la misma composición que la calcita, con la opinión negativa de mineralogistas tan prestigiosos como HaŸy, duró aun 25 años mas. El aragonito está muy difundido en la naturaleza, conociéndose en España cerca de un centenar de yacimientos.
Este mineral se encontró como costras y como relleno de grietas en unas rocas graníticas a algunos km de Pontevedra, en la carretera hacia Campo Lameiro. Sus descubridores, Fernandez Navarro y Castro Barea, le pusieron ese nombre como homenaje al eminente entomólogo español, exiliado en Méjico tras la guerra civil, Ignacio Bolívar y Urrutia. La bolivarita es un mineral que se presenta en formas de masas compactas de color amarillento o verde pálido. Teniendo en cuenta el caracter amorfo del mineral y las limitaciones del estudio inicial, tardó bastante tiempo en considerarse a nivel internacional como una especie válida. Es un mineral raro y dificil de identificar.
Fernandez Navarro y Castro Barea (1921) La bolivarita, nueva especie mineral. Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural 21, 326-331
La cervantita es uno de los óxidos que forman parte de los "ocres de antimonio". Conocidos desde antiguo, en 1850, Dana, famoso mineralogista estadounidense, atribuye el nombre de cervantita a uno de ellos, que había sido descrito unos años antes por Escosura, procedente de Cervantes (Lugo). En esta localidad, el mineral aparecía como una costra terrosa como producto de alteración de estibina. El hecho de que los óxidos de antimonio aparezcan habitualmente mezclados, especialmente cervantita y estibiconita, hizo que sus propiedades no fueran inicialmente bien estudiadas y fuese necesario redefinirlos. Esto se llevó a cabo unos cien años después, utilizando muestras mas puras, algunas de ellas procedentes de otro yacimiento español, la mina la Carrascosa, situada cerca de Ateca (Zaragoza)
En 1849, Breithaup y Fritzsche dieron ese nombre a un arseniato "hidratado" (en realidad, un arseniato básico) de cobre y calcio procedente de Hinojosa del Duque (Córdoba). Sorprendentemente, este mineral se consideró inicialmente muy raro, y aún en 1924 se podía leer que la única localidad en la que existía en todo el mundo era su localidad tipo. Esto no era cierto ni siquiera en aquel momento (cuatro años antes se habían descrito magníficos cristales de este mineral procedentes de Bisbee (USA)), y mucho menos lo es ahora. En realidad, la conicalcita es un mineral relativamente común, cuya presencia ha sido descrita en muchas decenas de localidades. Su nombre deriva de las palabras griegas que significan "polvo" y "cobre". De hecho, en castellano sería mas correcto llamarla "conicalcocita".
Aunque a escala mundial, o incluso en España el mineral no sea raro, si lo es su localidad tipo, que ha estado perdida durante todo el siglo XX. Sin embargo, lo mismo que ha sucedido en el caso de la ferberita, ha vuelto a encontrarse recientemente. La conicalcita, y los minerales que la acompañan están siendo actualmente objeto de estudio.
En 1801, von Schlotheim estudió este mineral, en ejemplares procedentes del Cabo de Gata (Almería), muy probablemente de la zona del Hoyazo, en Nijar, dándole el nombre de "Spanischer Lazulith", lazulita de España. Algunos años después, el geólogo francés Pierre Cordiere encuentra nuevos ejemplares en la Isla del mar Menor, zona de San Pedro del Pinatar, en Murcia, y Lucas, con el apoyo de HaŸy, creyéndolos una nueva especie, les da su nombre. Aunque en algunos libros figura como localidad tipo Bodenmais (Alemania) el descubrimiento de la cordierita en este yacimiento es posterior.
Esta especie fue descrita por Breithaupt a partir de ejemplares supuestamente procedentes de Sierra Almagrera, distinguiéndola correctamente de la wolframita por la ausencia en su composición de cantidades significativas de manganeso. Se ha considerado la posibilidad de que la procedencia de los ejemplares que estudió este mineralogista fuera realmente la indicada, dado que durante muchos años no han vuelto a encontrarse ejemplares de ferberita en esta zona, y la geología no es la que se asocia comunmente con este mineral. Calderón reproduce la cita de la ferberita, e incluso el esquema de un cristal de wolframita estudiado por Seligman y supuestamentede la misma localidad, pero, en contra de su estilo habitual, no amplia la información de estos autores. Recientemente se ha encontrado de nuevo ferberita en Sierra Alamagrera, en un filón de cuarzo que aparece dentro de una galería inclinada situada en la parte alta del barranco Jaroso, unos 4 km al NE de Las Herrerías, en el término municipal de Cuevas del Almanzora. Dada la complejidad de la mineralización y de las antiguas labores en esta gran zona minera, no está del todo claro si este filón se corresponde con el llamado “Pablo” o bien, aunque es más dudoso, puede tratarse del filón “Porvenir”. En cuanto a las concesiones mineras, probablemente la labor pertenece a la “Niña” aunque sin excluir el que se encuentre en terrenos de “Virgen de Montserrat”, o incluso de la demasía de “La Estrella”. El nombre deriva del del mineralogista alemán R. Ferber.
Puesto que antiguamente existía una cierta confusión entre los minerales del grupo del apatito, era de esperar que esta confusión fuera as’mismo trasladable a la localidad tipo. Si consideramos como criterio de distinción de esta especie la presencia de fluor en cantidad significativa, los ejemplares en los que primero se descubrió la presencia de este elemento procedían de Logrosán (Caceres), que debiera considerarse entonces como localidad tipo. Las descripciones que hace Proust en 1788-91 del mineral de esta localidad, incluyendo un análisis cuantitativo realizado por Pelletier y Donadieu a partir de ejemplares proporcionados por él, es mas que suficiente para reconocer sin ninguna duda en la "piedra fosfórica de Extremadura" al fluorapatito.
Proust, L.(1791). Sobre la piedra fosfórica de Extremadura. Anales del Real Laboratorio de Quimica de Segovia, 1, 439-450 y 453-456
Este mineral fue descrito por primera vez por por Brongniart en 1808 (11) a partir de ejemplares que Dumeril había recogido en Villarrubia de Santiago (Toledo). La glauberita es un sulfato de sodio y calcio. El nombre de este mineral se debe a que a partir de él puede obtenerse por disolución y cristalización el sulfato sódico puro, llamado previamente Sal de Glauber, del nombre del químico holandes J.R. Glauber que lo descubrió en el siglo XVII. La glauberita se encuentra en forma de cristales bien formados entre margas en una amplia zona de las provincias de Toledo y Madrid
La jarosita fue descrita por Breithaupt en 1852, basándose en ejemplares procedentes de varias minas del Barranco Jaroso, en Sierra Almagrera, Almería. En esta zona, la jarosita aparece en forma de pequeños cristales acompañando a hematites y limonita, como producto de la alteración de sulfuros. Su nombre alude a la localidad donde se encontró.
Amar de la Torre, R. (1852) Descripción de los minerales, algunos de ellos nuevos, que constituyen el filón del Barranco Jaroso de Sierra Almagrera, por el caballero profesor el doctor Augusto Breithaupt, de Freiberg. Revista Minera, 3, 745-754
La primera referencia a esta especie con el nombre que actualmente tiene corresponde a Glocker, en 1839. Sin embargo, el mineral se conocía desde bastantes años antes, aunque con denominaciones vagas, como "plomo sulfatado cuprífero" o "azul de plomo" e incluso se habían publicado previamente buenos dibujos de sus cristales, a partir de ejemplares procedentes de yacimientos de Escocia y de Cornualles Goldschmith). La linarita es un mineral raro en Linares. Probablemente se obtuvieron, aunque recientemente se han obtenido ejemplares de microcristales en la escombrera de una de las minas
En 1984, Flšrque et al. dan el nombre de moganita (derivado de la localidad de su hallazgo) a un mineral con la composición del cuarzo, pero que cristaliza supuestamente en el sistema monoclínico, y que ya habían descrito, con el nombre de "sílice-G" en 1976. Este mineral aparece como fibras paralelas microscópicas formando parte de nódulos de "calcedonia" presentes en las ignimbritas, o sueltos como cantos, en el barranco de los Frailes y en otros lugares cercanos a Mogan, en el sur de la isla de Gran Canaria. En estos nódulos, las fibras (en realidad láminas, que aparecen como fibras en las secciones examinadas al microscopio) de moganita están acompañadas de calcedonia y ópalo. Inicialmente, la IMA desaprobó formalmente la consideración de la moganita como una especie mineral independiente. En 1992 se publicó un artículo con un estudio mas detallado de la estructura y propiedades de este mineral. Finalmente ha sido reconocida como especie.
Miehe, G. y Graetsch, H. (1992) Crystal structure of moganite, a new structure type for silica. European Journal of Mineralogy. 4, 693-706
Este mineral fue descubierto por Casares en 1850, junto con la zaratita, y presentado en un trabajo publicado por Martinez Alcíbar La localidad donde se encontró por primera vez es la mina Manolita, en Tejeidelo, Cabo Ortegal, La Coruña. La morenosita aparece en forma de eflorescencias como producto de alteración de la millerita. su nombre deriva del del mineralogista español M. Moreno.
Martinez Alcibar, A. (1850) Raro e importante mineral de niquel. Revista Minera,1, 302-306
El nombre de este mineral hace referencia a la localidad de Rodalquilar, en la provincia de Almería, de donde procedían los ejemplares utilizados para su descripción como una nueva especie, en 1968, por un grupo de investigadores españoles y franceses. El ejemplar tipo quedó depositado en la Escuela Nacional Superior de Minas de París (BRGM). Durante algunos años, Rodalquilar fue considerado el único yacimiento a nivel mundial de esta especie, hasta que se descubrió que una buena parte de los ejemplares clasificados como emmonsita procedentes de las minas cercanas a Tombstone, en Arizona (USA) eran en realidad rodalquilarita. De hecho, es muy probable que lo fueran también los primeros ejemplares de "emmonsita", descubiertos en 1885. Teniendo en cuenta que la rodalquilarita incluye cloro en su composición y la emmonsita no, la diferenciación entre estas especies es relativamente fácil, cuando se sabe qué es lo que hay que buscar. La rodalquilarita es un mineral extremadamente raro en Rodalquilar, y se conocen solamente unos pocos ejemplares. Aparece como cristales diminutos, de décimas de milímetro y de color verde manzana, en pequeñas oquedades en una roca silícea, como producto de la alteración de telururos de oro. En Tombstone es mucho mas común, apareciendo masas cristalinas de hasta varios cm. Existe también en algunos otros lugares.
Sierra, J., Leal, G., Pierrot, R., Laurent, Y., Protas, J. y Dusausoy,Y. (1968). La rodalquilarite, chlorotelurite de fer, une nouvelle espece minerale. Bulletin de la Societe Francaise de Mineralogie et Cristalographie, 91, 28-33
Este mineral fue descubierto en la salina de Espartinas, cerca de Aranjuez (Madrid), por Rafael de Rodas, y analizado por Casaseca (13), quien lo dedicó a M. Thenard, quimico francés, quien había sido profesor suyo. Este mineral aparecía en Espartinas como una delgada capa cristalina, asociado a otros sulfatos. Mas adelante, se encontró la thenardita en grandes cantidades en varios de los yacimientos de sales sódicas esistentes en ese área.
Casaseca,S. y Cordier, P. (1826) Analyse et examen cristalographique de la thénardite. Annales de Chimie et de Physique, 32, 308-311
La villamaninita fue descubierta en 1920 por Schoeller y Powell, al estudiar los minerales de cobre de la mina Providencia, en el distrito minero de Cármenes-Villamanín (Leon). Aunque toma el nombre de esta última localidad, la mina donde se encontró está realmente en el término municipal de Cármenes. La villamaninita aparece en este yacimiento en dos hábitos típicos: o bien como cristales, toscos en general, cúbicos, cuboctaédricos u octaédricos, normalmente de menos de 1 mm, o bien como nódulos fibrosorradiados de hasta 1 cm. Aunque se ha sugerido que los cristales son mas ricos en cobre y los nódulos mas ricos en níquel, no parece que exista una relación clara entre hábito y composición. La villamaninita aparece en una dolomita cristalina junto con otros sulfuros, especialmente bravoita, linneita, bornita, tetraedrita y pirita.
Durante los años cuarenta se puso en duda el que la villamanita fuera una especie independiente, pero estudios posteriores demostraron de forma definitiva este hecho. Aunque se ha indicado también la presencia de villamaninita en la mina Lubin, en Legnica, Polonia, la mina Providencia sigue siendo el único lugar en el mundo el que pueden obtenerse hasta el momento ejemplares con este mineral bien visible y distinguible a simple vista.
Schoeller, W.R. y Powell, A.R. (1920). Vilamaninite, a new mineral . Mineralogical Magazine, 19, 14-18
Es el último mineral nuevo descubierto y descrito hasta el momento en España, como resultado del estudio de los peculiares depósitos de cromo-níquel existentes en la provincia de Málaga. En 1971 y 72, un equipo holandés (28) analizó detalladamente la mineralización, encontrando una variedad de lollingita muy rica en niquel y un mineral nuevo, al que denominaron westerveldita, como homenaje al Dr. J. Westerveld, antiguo profesor de la Universidad de Amsterdam. La westerveldita se encuentra asociada a maucherita, como un componente muy minoritario, distinguible solamente mediante microscopía de luz reflejada, en ejemplares de la mina La Gallega, unos 3 Km al este de Ojén (Málaga). La mineralización de este yacimiento está formada fundamentalmente por una asociación de cromita granuda con niquelina intersticial. Existen dos ejemplares tipo, uno depositado en la Universidad de Amsterdan y otro en la Universidad Libre de Amsterdam
Posteriormente se encontró westerveldita, relativamente abundante en algunos ejemplares, y fácil de distinguir a simple vista, en Ilimaussaq, Groenlandia. Solamente se conoce la presencia de westerveldita en estos dos yacimientos.
Oen, I.S., Burke, E.A.J., Kieft, C. y Westerhof (1972). Westerveldite, (FeNiCo)As, a new mineral from La Gallega, Spain. American Mineralogist, 57, 354-363
En 1851, Casares da el nombre de zaratita (derivado del de Gil y Zárate, político español) a un carbonato de niquel que había estudiado y sobre el que ya había publicado una nota el año anterior. Los ejemplares que estudió procedían de Tejeidelo, Cabo Ortegal, La Coruña. En esta localidad, la zaratita se encontraba, acompañando a la morenosita, como producto de alteración de otros minerales de níquel En diversos libros se indica como localidad tipo de este mineral Texas, Lancaster County, Pennsylvania, USA. Sin embargo, su descubrimiento en esta localidad, y el nombre tesaxita, que deriva de ella, datan de 1853, es decir, son posteriores a la localidad y denominación española.
La zaratita es otro de los minerales cuya situación no está clara. La mayoría
de los libros de mineralogía la consideran una especie válida, aunque
recientemente se han suscitado algunas dudas sobre esta cuestión. El mineral es
generalmente amorfo a los rayos X, y los datos publicados previamente son muy
dudosos. E. Nickel, del CSIRO (Australia), examinó recientemente varios
ejemplares de zaratita, incluyendo uno del Cabo Ortegal, sin que ninguno de
ellos produjera espectros de difracción de rayos X medibles. Los análisis
mediante microsonda indican la presencia principalmente de níquel, con un
déficit importante hasta el 100%, atribuible al agua y al carbonato. Los
análisis de C y H muestran variaciones importantes , y el índice de refracción
no correlaciona bien con las variaciones químicas